Silogismo
El silogismo es una forma de razonamiento deductivo
que consta de dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la
última una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. Fue formulado
por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica recopilada como El Organon,
de sus libros conocidos como Primeros Analíticos, (en griego Proto Analytika,
en latín –idioma en el que se conoció la obra en Europa Occidental-, Analytica
Priora).
Aristóteles consideraba la lógica como lógica de
relación de términos. Los términos se unen o separan en los juicios. Los
juicios aristotélicos son considerados desde el punto de vista de unión o
separación de dos términos, un sujeto y un predicado. Hoy se hablaría de
proposición.
La diferencia entre juicio y proposición es
importante. La proposición afirma un hecho como un todo, que es o no es, como
contenido lógico del conocimiento. El juicio, en cambio, atribuye un predicado
a un sujeto lógico del conocimiento otorgando a los términos al mismo tiempo
una función lingüística de significado (semántica) y una función formal lógica
(sintáctica). Esto tiene su importancia en el concepto mismo del contenido de
uno, el juicio, y la otra, la proposición, especialmente en los casos de
negación, como se considera, más adelante, en la problemática de la lógica silogística.
Mantenemos aquí la denominación de juicio por ser lo
más acorde con lo tradicional, teniendo en cuenta que este tipo de lógica, como
tal, está en claro desuso, sustituida por la lógica simbólica en la que esta
lógica es interpretada como lógica de clases. Ver cálculo lógico.
La relación entre los términos de un juicio, al
ser comparado con un tercero que hace de "término medio", hace
posible la aparición de las posibles conclusiones. Así pues, el silogismo
consta de dos juicios, premisa mayor y premisa menor, en los que se comparan
tres términos, de cuya comparación se obtiene un nuevo juicio como conclusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario